lunes, 27 de julio de 2009

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Depravación absoluta
en el palacio de plata,
las damas huyen despavoridas
por escalones de libertinaje apabullante.
Al lado de los maderos
calientan -los lúbricos- sus manos;
reptan, cojean y se deslizan, regalando
alucinógenos corpóreos a las bellas señoritas,
cuyos vestidos van rasgándose
con carnívoros muebles.
Armario repleto, víctima de expresiones eufóricas;
bullicio asqueante y carnal;
muslos femeninos desfigurados por maratónicas andadas.
Espejos reflejando acrobacias de hombre a mujer, de mujer a hombre.
Los candelabros vibran y se deja sentir un chispeo fugaz.
¿Qué pasó? Volvió la luz: Los caballeros y las damas vuelven a tener vergüenza, es decir, todo vuelve a su caudal

1 comentario:

  1. Tirso!!!! te inspiraste en "Ojos Bien Cerrados" de Kubrick, no?. Te salió "paja", esta bonito.

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