lunes, 27 de julio de 2009

El jardín de las pesadillas

Si el radiante y nefastocalentara una vez más su espalda,
moriría de insolación.
Si el elegante y gélido le soplara una vez más,
perecería de melancolía.
Si aquel rey bebiera del cristalino, frente a él,
una vez más,lo asesinaría con dicha imagen.
En su mente solo reposan dos ideas:
Sembrar y no fallecer;
sin embargo, él preferiría dejarse vencer,
para no lidiar más con aquel jardín,
el de sus pesadillas.
Porque las rosas se burlan de su apariencia y por ello le clavan sus espinas.
Porque las plantas no florecen ante su presencia.
Porque solo las macetas hablan cuando él está cerca, susurran entre ellas:
“¿A qué hora sus pestañas se cerrarán tocando el suelo y escapará de este jardín, el de sus pesadillas?”

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